En las profundidades del Tolima, la figura ancestral del mohán trasciende el mito para revelarse como un pilar cultural vivo.

Cerro de Pacandé al final de la vía nacional en el Sur del Tolima.
Antes de la llegada de los españoles, los Mohanes eran la figura encargada de guiar el mundo espiritual Pijao.
De ellos dependían decisiones con respecto al desarrollo, la agricultura y la economía. El paso del tiempo y sus diversos factores transformaron el personaje real en leyenda; hasta convertirla en solo eso: una leyenda y además corrompida.
“Un Mohán de apariencia tosca, que fuma tabaco y rapta mujeres en las orillas de los ríos.”



Este proyecto nace a través de la indagación en comunidades indígenas del sur del Tolima, específicamente en Natagaima y Castilla. Allí descubro de dónde es proveniente mi segundo apellido, hasta entonces desconocido para mí. A partir de este suceso me intereso por sus costumbres y saberes. Es entonces cuando conozco que existen verdaderos mohanes; personas llenas de conocimientos ancestrales y que perduran a través del tiempo.


Me importó, por ende, reflexionar entre la leyenda popular del Mohán y un personaje Mohán real y contemporáneo, a partir de un lenguaje fotográfico que empleará herramientas narrativas y documentales.
Mi obra es un tributo al personaje real, por fortalecer lo nuestro, por recuperar el pasado. No pretendo que las fotos gusten a alguien, pretendo que ese alguien conozca un verdadero Mohán y genere interrogantes entre la leyenda y la realidad.


Fernando Lozano es aquel Mohán que me ha permitido entrar en su espacio, conocerlo y aprender de él. Para él mis más sinceros agradecimientos.”


Reportaje documental creado por Felipe Cortez. Conozca más de su trabajo en su cuenta de Instagram: https://www.instagram.com/philipecorts/